“…es más que suficiente”

por Lyhelis
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“Quien está satisfecho con su parte, es rico”

Lao-Tsé (filósofo chino)


Desde que tengo recuerdos, he sido una persona muy consciente, quizás es mi personalidad o mi forma de liderazgo, sin importar el origen, la realidad es que desde muy pequeña sabía que quería ser una “buena persona”, en aquel momento significaba llenar el estereotipo de perfección de mis padres, de mis abuelas. Hoy por hoy, siento que soy una “buena persona”, que no llena expectativa, ni desea la aceptación del entorno. ¿¡O estaré equivocada!? ¿¡Te lo has cuestionado alguna vez!?

Cuando el efecto de la era digital es inevitable, cuando creas contenido para publicar en redes sociales y te quedas pendiente de los like o los reactions de la audiencia. ¿Será que ahora no necesitas la aceptación familiar, pero sí el reconocimiento social? ¡Voilá! Un poquito de eso nos pasa diariamente, más en los momentos en los que compartimos un fragmento de nuestra vida en las redes sociales.

Me encantaría que mis necesidades personales, según la pirámide de Maslow diseñada por Abraham Maslow en 1943 en su obra: “Una teroría sobre la motivación humana”, no me dijera que necesito tener en la primera mitad de la base (la parte más básica) las necesidades biológicas, la sensación de pertenencia, afecto, seguridad física… sería maravilloso que Una no necesitara llenar esos espacios para pasar al pico de la pirámide, al autorreconocimiento, a la confianza, al respeto y al éxito, o directamente a la autorealización. ¿Habrá alguna forma de llegar a la cúspide, al desarrollo potencial, sin pasar por lo que terceros deberían en algún momento proveer en la primera base de la estructura social?

Yo no tengo una respuesta universal, no hay fórmula mágica, pero estoy convencida que la “automotivación” es una gran aliada para mejorar la sensación de autorrealización, en lo personal luego de mucha práctica, me ha sido útil la “autogestión”.

Recuerdo cuando tenía unos 22 ó 23 años, una persona a la que amaba muchísimo me dijo: “Ly, es que para Vos, nunca va a ser suficiente”. No le entendí en ese momento, o quizás, no quería entenderle. Yo era una soñadora, me planteaba escenarios mentales y hacía que se lograran. Y en la mayoría de momentos mi sensación interna era de: “¡Quiero más!”, (como aquel anuncio de polvitos para jugo de los 90´s. ¿Se acuerdan).

Este era mi autodiálogo a mis veinticinco: “Quiero más amor, quiero más respeto, quiero más prestigio, quiero más títulos, quiero más estatus, quiero más experiencias, quiero más superación, quiero más dinero, quiero más mimos, quiero mi terreno, quiero mi carro, quiero una cuenta en el banco, quiero mi independencia y autonomía… Quiero, quiero, quiero“. Yo estaba convencida que ser feliz, era sinónimo de tener más.

Y si te invitara a mi vida el día de hoy te darías cuenta que ese paradigma no era funcional, ha cambiado radicalmente; he roto con ese patrón de mientras más éxito tengo, más cosas puedo comprar. Porque hoy lo material no me alimenta, no significa nada, no me llena. Y esa frase es la elemental “no me llena”. No es que no tenga vacíos que llenar, si no que he comprobado que tengo uno muy específico, pero que la vida para mí, no va más hacia lo externo, si no de la búsqueda interna, esa a la que le tenemos profundo miedo, porque como dice Mía Pinera “una vez conscientes, no podemos ser indiferentes”.

El año está terminando, nos encontramos cerrando informes, teniendo reuniones de evaluación, reestructurando presupuestos para el próximo año, planificando el nuevo año, agradeciendo y evaluando. Yo quisiera saber, ¿Qué vas a liberar éste año que te impulse a lograr tus metas del siguiente? ¿De qué te vas a despojar? ¿Qué vas a dar en “ofrenda” para que venga algo mejor? ¡Ya no se trata de tener más, sino de ser más! Quizás podas soltar el mal carácter, la comunicación violenta, la influencia sin contenido o las relaciones por apariencia. ¿Qué estás dispuesto o dispuesta a soltar? Será tu mal hábito alimenticio, el exceso en la bebida, la obsesión de tener más sin tener mejor, al reconocimiento social sin amor propio.

Es probable que te parezca este un artículo un poco emocional… ¿Qué sería de Mí si no me comprometiera con lo que escribo? Estamos cerrando 2019, un año convulso para muchos, de cambios, de dificultades, de momentos incómodos. Te has preguntado, ¿Cómo queres vivir el 2020? ¿Cómo deseas empezar el año nuevo? ¿Qué valores queres que sean tu distintivo personal?

Hoy entiendo lo que significó la frase: “…nunca va a ser suficiente”, y la sostengo como un recordatorio de que la vida se vive mejor sin expectativas engañosas, Yo ya tengo amor, respeto, prestigio, títulos, estatus, reconocimiento. Ya he llegado a la cúspide de la pirámide –y la he vuelto a bajar, volviendo a refugiarme en su base-. ¿Cuántos han estado ahí y no han podido reconocerlo o disfrutarlo?

Dale vuelta, pensala, la vida es cíclica, te va a seguir poniendo a vivir experiencias que no has superado, enseñanzas que no has aprendido, momentos que no has liderado. ¿Querés seguirte “resistiendo? En lo personal, me repito mucho: “acepto lo que mi realidad traiga“. ¿Estás vos comprometido a que tu vida “sea suficiente”? ¿A que valga la alegría vivirla, sin acumular más de lo mismo? O seguís batallando, luchando por un mejor mañana, que se traduce -casi siempre- en un presente airado, triste y/o  cansado.

Afirmemos que lo que nunca será suficiente” es el tiempo para vivir todo lo que anhelamos. Porque, todo lo demás…

¡es más que suficiente!

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