¡Te cortaste el cabello!

por Lyhelis
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os cambios de look estan a la hora del día, moda, imagen, marca personal; el mundo vive en una ola fashion, que nos mantiene en movimiento, lo que se miraba regio en los años ´20, hoy se utiliza para fiestas temáticas… y es que en realidad, “la moda nunca pasa de moda”. Pero este artículo se va a enfocar más en tu vida socialmente responsable, que en la onda trendy.

Verse bien es agradable, pero más agradable es sentirse bien; y es que ninguna de las decisiones que tomás es por que sí, aunque sintás que en el momento fue un arrebato –obsesivo compulsivo- que pudiste haber evitado; cortarse el cabello no es una excepción a la regla. El año pasado, para mayo 2016 andaba el cabello largo, se miraba bonito según mis hermanas y sus ojitos de amor, pero yo estaba pasando por muchísimos cambios personales, un nuevo y demandante trabajo, una relación de pareja con altos y bajos, búsquedas internas, descubrimientos de vida, bueno, para no cansarles, cuento largo hecho corto, un combo de cosas que representaban para mí un gran reto.

Un día, con una de esas promociones de las tarjetas de crédito, me desperté decidida, entré a printerest y empecé a buscar opciones, llamé al salón, hice cita y me alisté para lo que venía, como decimos popularmente: me “iba a cortar las mechas”. Y así fue, salí hecha una revolución, me sentía la mujer más liberada, fresca, liviana y divina del mundo mundial. Era una diva. Hasta que empecé a salir y me expuse al ojo público: “Igggghhh, te cortaste el pelo”, “Nooooo… ¿por qué te cortaste el cabello?”, “Aaaaaaala, y a mí que me gustaban tanto tus colochos”,  “Sos una vaga”, “Qué traviesa”; Bueno, hubo de todo debo admitir, unas expresiones me hacían más clic que otras.

Honestamente, a ninguna debía prestarle atención, pues esos son sus comentarios, ellos(as) no conocían mi “por qué”; yo había decidido cortarme el cabello por lo que representaba para mí, no por cómo me iban a mirar. Y es que ante tantos retos, hacer ese cambio tan grande en mi apariencia, representaba liberación, toma de decisiones, capacidad para hacer en mi vida lo que me diera la gana, era una acción que despertaba algún tipo de empoderamiento femenino.

Y en efecto, la palabra “cortar”, cuando la logramos interiorizar, tiene más fuerza que una abalancha. Cuando buscas su significado te aparecen respuestas como: “dividir o separar en partes”, “amputar un miembro”, “herirse”, “grietas en la piel por frio”, “poner fin a una situación”; y no sé Ustedes, pero la mayoría de los conceptos representan en sí mismos un poco de dolor. Al final, hay un significado que me gustó y con ese los quiero dejar: “darle forma a las piezas, recortar”.

Quizás yo me “corté” el pelo y en ese momento significó que estaba “recortando” y dando forma a las piezas de mi vida. Quizás, después de éste artículo, podás considerar en positivo cuando veas a una mujer que se acaba de cortar el cabello, eso representa más en su vida de lo que uno puede, a simple viste, percibir; quizás representa para ella: soltar.

Evitar juzgar, emitir opiniones que no nos han pedido, limitar nuestras expresiones faciales, será lo mejor que podamos aportar a la vida de un ser humano que ha tomado la decisión de cambiar. Benito Juárez no se equivocaba al decir: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.

 

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