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Categoría:

Sostenibilidad

Sostenibilidad

La equidad de género es nuestra responsabilidad

por Lyhelis junio 22, 2019
escrito por Lyhelis

“La igualdad hacia la mujer es progreso para todos”

Ban Ki-moon, Ex Secretario Naciones Unidas

 

Hay temas de los que poco conversamos en nuestro día a día, dándoles el nombre que tienen. Vivimos una realidad un poco agitada dónde nos preocupamos de resolver lo urgente, desatendiendo en ocasiones lo importante. Usualmente vivimos en automático, dejamos que el entorno nos programe la mente y se posiciona el mensaje mercadotécnico directo en nuestro cerebro, dejando que actúe el subconsciente.

¿Cuándo fue tu última reunión social? ¿Recordás de qué conversaron? Quizás fue del último suceso en redes sociales, la fotografía al desnudo publicada por el exnovio resentido, quizás alguien mencionó el caso de acoso sexual del expresidente, o tu compañera les recordó que su amiga del cole estaba a punto de dar a luz, o tu mejor amiga te informó que empezará el trámite de divorcio, porque su esposo la agrede verbal y psicológicamente… O en el mejor de los casos, estabas en ese bar lleno de pantallas sobre deportes, admiraron a la bella comentarista -que a diferencia de su colega que usa saco y corbata- ella está en un mini vestido de noche.

Estos ejemplos que te menciono, tienen en sí mismos un componente de género súper marcado, que bien podríamos abordarlos bajo el contexto de los derechos humanos, si nos pusiéramos las gafas de la perspectiva de género. En todos los casos la mujer juega un rol protagónico, en el que tendrá que tomar decisiones bajo un contexto muy particular.

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junio 22, 2019 5 comentarios
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Sostenibilidad

LA CLAVE DE LA SOSTENIBILIDAD

por Lyhelis febrero 10, 2019
escrito por Lyhelis

“Pasamos de la filantropía a la responsabilidad social, de la responsabilidad social a la sustentabilidad;

ahora hay que pasar a la creación de valor compartido”

Michael Eugene Porter, “Las 5 fuerzas de Porter”

 

Entiendo que Porter, como economista y estratega empresarial, nos invite al constante cambio y a vivir el proceso de evolución mental, respecto a cómo hacemos las cosas en el mundo de los negocios. En el libro “Las 5 fuerzas de Porter”, se piensa en la planificación como pilar del crecimiento económico, tomando en consideración el círculo relacional entre tu mapeo de actores y la competencia de mercado.

El autor, apuesta, entre las ventajas competitivas que deben cultivarse en la organización, por: el liderazgo, los elementos diferenciadores y el enfoque de mercado. Y es que si de teorías llevadas a la acción tratáramos, deberíamos de tomar en consideración todo el mundo estratégico creado, por diversos organismos internacionales (Global Compact de Naciones Unidas, UNCTAD, ISO, GRI), para el logro e implementación de negocios socialmente responsables, sostenibles en el tiempo y generadores de impacto medible en los ejes sociales, medioambientales y económicos, en las dimensiones internas y externas de la organización.

Al entrar al mundo de la consultoría, y abordar el tema de la Responsabilidad Social y el Desarrollo Sostenible, me encontré un maravilloso océano azul, lleno de oportunidades y experiencias laborales enriquecedoras. Y déjenme decirles con honestidad, he tenido que estudiar como nunca, ya que los contextos cambian según el cliente, no es igual elaborar una estrategia para un organismo internacional, que a través de la responsabilidad social desea construir un puente de acercamiento al sector privado; que el crear una estrategia de sostenibilidad en una empresa privada o en un emprendimiento social.

Y es un reto intelectual, idear de manera creativa y tomando en consideración la naturaleza y razón de ser del negocio, este tipo de propuestas a implementarse en el tiempo. Sin embargo, y muy a pesar de estar de acuerdo con Porter al exponer que la planificación es la clave del crecimiento y mejora de la competitividad, creo fielmente que es el compromiso el que va a marcar realmente la diferencia al momento de planificar y proyectar un crecimiento sostenible.

Mucho hablamos de crear estrategias, que a como me dijo un cliente hace unos años en un Proyecto Piloto: “no queremos un documento como resultado final, o una propuesta que quede en papel mojado, deseamos realmente llevarla -la estrategia- a la acción”. Y me encantó su franqueza, era inquietante, y eso hizo que mi compromiso fuese dirigido a que la Fase I, me permitiera cumplir con los objetivos del cliente, y desarrollar de su mano la Fase II del proyecto (Fase I: Diseño y formulación. Fase II: Proceso de Implementación)… esto era lo que en verdad me motivaba, el logro de resultados medibles, tangibles, y que la buena práctica del proyecto piloto pudiera replicarse en las oficinas de la región. Fue en realidad su compromiso el que despertó mi compromiso.

Hace unos días tuve la oportunidad de estar en la 2da Conferencia Global para Nuestro Planeta (10YFP), Programa del Sistema Alimentario Sostenible, liderado por IICA, con la presencia de organismos mundiales líderes en la implementación de proyectos con impacto social, como  CLAC, HIVOS, ITC, FAO, WWF, IFAD, GAIN, UN Environment, Universidades de todo el mundo, entre otros. Y en una de las actividades, compartíamos ideas 8 profesionales especialistas en diversas disciplinas, en pro de responder la siguiente incógnita: ¿Cuáles son los principales obstáculos de la implementación de estrategias con actores claves multisectoriales? ¿Y qué se puede hacer para abonar al logro de éste diálogo multinivel?

Créanme que desde mi acera, el primer obstáculo identificado es la falta de entendimiento sobre el o los conceptos vinculantes a la gestión de un modelo de negocio socialmente responsable, seguimos creyendo que incorporar la RS a una organización debe empezar por elegir una causa social y disponer de actividades que generen dinero para donar a la causa. Continuamos esa ofensiva vinculación entre responsabilidad social y mercadeo o publicidad, gestionando fondos para “hacer”, siempre y cuando tengamos una cámara cubriendo el evento. Cuando el verdadero impacto se va a realizar en silencio, desde las bases, por medio del liderazgo de los agentes de cambio organizacionales que creyendo en la propuesta de valor, la asuman como parte de su día a día; en donde la estrategia de sostenibilidad sea incluida en el ADN corporativo, de forma transversal a la actividad comercial. Que conste, que no estoy en contra de “cacarear el huevo”, solo siento que deberíamos publicitar los avances con indicadores o metas bien definidas, homologadas con el sector al que pertenecemos, para que podamos comprobar que las iniciativas realmente impactan en el ecosistema relacional.

La retroalimentación en la mesa de trabajo fue exquisita: respeto, escucha atenta y diversidad de opiniones. ¡Un coctel de ideas! Entre las que surgieron:

  1. La lucha de intereses (particulares) entre los sectores participantes.
  2. La falta de liderazgo para agremiar al conglomerado de actores claves.
  3. Vacíos en los lineamientos legales para la implementación de acciones concretas.
  4. Falta de recursos económicos para facilitar los espacios de diálogo.
  5. Resistencia al cambio dentro del modelo de negocio adquirido y aplicado por años.

Al final, yo lo resumí en una sola palabra “COMPROMISO”, pues uniríamos esfuerzos y recursos si tuviéramos el compromiso de velar por el bien común; asumiríamos el liderazgo que nos corresponde y como dicen por aquí “nos pondríamos la camiseta” para dar lo mejor de nosotros(as); diseñaríamos e incidiríamos asertivamente en la creación de políticas públicas que promuevan la búsqueda de la sostenibilidad, por medio de acciones socialmente responsables, respaldadas, reconocidas e incentivadas en el marco de una ley aprobada por el Gobierno; se crearían los fondos necesarios en pro de la creación de valor compartido, a como lo propone Porter; y nos convenceríamos que el cambio es una realidad necesaria, el único medio para garantizar los recursos básicos de las generaciones futuras.

Díganme Ustedes, si no es el compromiso asumido el que nos cambia la actitud día con día, el compromiso con nuestro crecimiento personal el que nos hace ejercitarnos, hacer yoga, cambiar nuestros patrones mentales, comer mejor; O si no es por el compromiso que hacemos los más grandes actos de amor; O que nuestro desarrollo profesional, no va de la mano de un alto compromiso con la organización.

La clave de la sostenibilidad empieza en nosotros(as), seres humanos sensibles, despiertos(as) y comprometidos(as), que preferimos asumir nuestra responsabilidad y cambiar el mundo en el que vivimos, a quedarnos esperando que alguien más lo haga por nosotros(as).

Y para vos, ¿Cuál sería la clave?

febrero 10, 2019 1 comentario
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Sostenibilidad

Ideas básicas para vivir de forma sostenible

por Lyhelis septiembre 6, 2018
escrito por Lyhelis

H

ola mis queridas y queridos lectores,

Hace ya 3 meses me aventuré a cambiar mi estilo de vida, ha sido todo un reto, mucho más cuando estaba acostumbrada a un modelo consumista, en donde el “darme el gusto”, porque “me lo merezco” había sido de mis frases más utilizadas; Y aunque no son de mis frases favoritas, cierto es que me servían de justificación para dispensarme esos gastos en cosas que no necesitaba, pero que sí se me antojaban.

El primer cambio fue reconocer “mi realidad”, algo así como esa comedia romántica que hemos visto más de 1 vez: “The Ugly Truth”, (O en español: “La Cruda Verdad”). Y es ahora que entiendo el profundo significado de esa simple línea que usamos como refrán de vez en vez, “la verdad no es para todos”. He de reconocer que la realidad golpea de una vez, dejándonos abierta una herida por donde deben entrar la consciencia y la humildad a nuestra vida.

En ese proceso -que aun llevo a cabo-, entendí que era urgente hacer de mi vida un modelo de acción sustentable, que me permitiera cubrir mis necesidades actuales, sin comprometer los recursos de las generaciones venideras; empezando por eliminar el exceso, romper los patrones de consumo tradicionales, permitiéndome cubrir mis necesidades, sin tener que acudir a gustos y gastos recreados como un bálsamo que nos alivia el dolor de lo que vivimos en la realidad.

No ha sido fácil, y en ese ir y venir, subir y bajar, me he dado cuenta que la sostenibilidad puede aplicarse en nuestra vida diaria, sin llevarnos al límite de la locura claro, siempre en armonía. Y es curioso, porque después de 7 años de vivir sola, de alimentar mi hogar desde mi propio deseo de crecimiento personal, me encuentro en otro país, compartiendo apartamento con alguien, que a pesar de ser alguien a quien admiro mucho, no deja de ser una persona más en un espacio de 80 metros cuadrados… ¡ya no me acordaba lo que era la convivencia!

Y es a través de la convivencia que he logrado aplicar varias de estas prácticas que intencionalmente, luego de análisis y puesta en acción, he logrado conceptualizar como sostenible dentro del hogar, lideradas por y hacia el individuo, generadoras de mayor competitividad en la gestión interna del día a día en casa.

Entre las decisiones tomadas intencionalmente, te detallo 9 que me han cambiado la vida:

1. Decidir tener un “roommate” y definir un presupuesto en conjunto, en mi caso, él tiene experiencia en administración, yo ¡no! Así que eso facilitó el proceso, rápidamente logramos identificar nuestros gastos fijos (renta y luz) y los variables (alimentación y transporte), entre otros. Si bien es cierto, la alimentación es un gasto fijo, el monto invertido será variable en la dimensión en la que vos elijas qué y cómo comer.

Nos dimos cuenta que una pizza representa aproximadamente $23 dólares; suma de dinero con la que podemos ir al mercado y comprar vegetales, hasta para una semana.

2. En este particular, de las primeras cosas que les recomiendo es identificar el mercadito más cercano. Fácilmente podrán encontrar a un 30% menos el costo de los vegetales, las verduras y las frutas. En algunos casos, encontrarán incluso puestos de venta de otro tipo de perecederos, como el huevo o pan artesanal. (Siempre ir con los ojos abiertos para cuidar la higiene del producto). Dejemos para el super solo aquellas cosas específicas que no encontramos en el mercado.

Comprar en un mercadito nos garantiza varios factores claves, entre ellos:

a. Beneficiar al agricultor y estimular la cadena de valor. Comprar productos nacionales, siempre será más beneficioso para el comerciante local, y para nosotros, pues evitamos pagarle un monto de distribución al canal de ventas.

b. Encontrar los productos más frescos, recién cultivados. Siempre será mejor un mango al natural, que comprarlo congelado en trocitos.

c. Es importante hacer una listita de las cosas que deseas comprar y ceñirte a ella, llevar en la cartera lo justo para comprar, según lo presupuestado. El ahorro es tangible al comprar local, pues en los puestos el vendedor no incurre en el gasto de luz, aire acondicionado, ni de importación; hay menos actores en la cadena de valor.

3. Evita al máximo volver a hacer compras si aún hay productos consumibles en el refrigerador. Y esto parecerá algo tonto, porque si no me apetece comer tomates y solo hay tomates, pues debería ir y abastecerme, para tener opciones con las que pueda alimentarme. Sin embargo, así es como se pierde la comida.

Volvámonos creativos, decidamos cocinar con lo que tenemos, eso despertará nuestro sistema nervioso y nos pondrá modo: INNOVACIÓN, pues inventaremos nuevas recetas, con el fin de ahorrar y utilizar la comida que tenemos a su máxima expresión. Es decir, mientras tengamos comida, no necesitamos comprar nada. Y si necesitamos ir de compras, recordemos llevar nuestra bolsa de tela.

4. Es una realidad que es necesario comprar enceres de limpieza, sí, lamentablemente de esos que llevan químicos. Entre ellos incluidos los repelentes de mosquito, las veladoras o los spray para el aseo. Nosotros hemos optado por tomarnos un tiempo y LEER para qué sirven; con lo que encontramos un solo producto multiuso para limpiar diversas superficies y otro para lavar la ropa, 2 en 1. De esa manera gastamos y contaminamos menos el medio ambiente.

5. Con respecto al uso de la energía eléctrica, consideramos que:

a. Vivimos en un micro clima amigable, pero con cambios bruscos de temperatura, por lo que, en vez de tener un abanico o aire acondicionado, procuramos tener las áreas ventiladas. Si hace frío, cerramos las ventanas; si hace calor, abrimos las ventanas. Así de básico. Evitando ocupar aparatos eléctricos. (Siempre y cuando el clima y medio ambiente nos lo siga permitiendo).

b. Cargamos la computadora y trabajamos con la batería, esto mantiene en funcionamiento la batería evitando que se ligue o sufra de alguna descarga eléctrica, y a su vez, ahorramos en el consumo de energía.

c. Entre los cambios está el uso de cocina eléctrica, a diferencia de la cocina de gas, esta se abastece de energía, lo que incrementa el consumo en el recibo de luz. Por lo que hemos coordinado cocinar los alimentos en el mismo momento la mayoría del tiempo, es decir, uno de los dos se hará desayuno, pues con el mismo tiempo de uso de la electricidad, se cocina para 2.

d. Si estamos en el área del comedor, y no hay nadie más en casa, todo lo demás está desconectado y apagado. Desconectamos las regletas, los cargadores del cel y la línea blanca, excepto la refrigeradora, pues intentamos y el proceso de “descongelamiento”, además de dañar los alimentos, genera más energía al volverle a conectar el equipo.

6. Si respecto al agua se trata, tenemos 2 medidas interesantes qué compartir:

a. Los trastes se van lavando paulatinamente, sin embargo, luego de cada comida estos se enjuagan primero, se enjabonan de una vez -mientras tenemos el chorro de agua cerrado- y hasta después a baja intensidad se les quita el jabón.

b. Si bien es cierto, los servicios básicos están incluidos en la renta -excepto la luz-, cada uno al tomar la ducha, procura hacerlo con consciencia, cerrando el grifo al enjabonarse, esto nos permitirá ahorrar decenas de litros de agua.

c. Regamos las pocas plantitas que tenemos con un pichel, para evitar utilizar la manguera.

7. Descubrí que tengo más ropa de la que verdaderamente utilizo, por lo que, decidí intencionalmente regalar todo aquello en buen estado y quedarme únicamente con lo que verdaderamente ocupo. He vendido una parte, a precios muy simbólicos, una blusa 3 dólares, un vestido nuevo 10 dólares (sí, nuevo, hace 3 años que lo tengo… ¡se imaginan!)

De esta forma, obtengo un retorno y apoyo a otros que necesitan abrigarse y que no tienen acceso a invertir en ropa. Por cierto, la ropa se lava 1 vez a la semana y se plancha 1 vez cada mes y medio.

8. Decidimos utilizar bolsas de tela y evitar las típicas bolsas de plástico. Así como cargar siempre un termo para agua, de esta manera evitamos comprar agua embotellada, eso ayuda a nuestras finanzas y al medio ambiente al no generar más desechos contaminantes.

9. De los cambios más radicales que hemos experimentado, ha sido el iniciar a transportarnos: a pie, en autobús o en Uber, obviamente ha representado un ahorro del 100% en el consumo de gasolina y sé que he dejado de emitir y crear mi huella de carbono al tomar esta decisión, aportando de manera directa hacia la sostenibilidad.

No les puedo negar que ha sido difícil en algunos casos y divertido en otros el tema de la búsqueda de la sostenibilidad, desde mi propia vida, para sentirme capaz de dar el ejemplo sobre algo que predico con mucha pasión. La principal barrera es la mental, uno de los factores más difíciles de sobrellevar al implementar estrategias de Responsabilidad Social o de Desarrollo Sostenible es precisamente la falta de sensibilización y conocimiento del tema, por lo que la gente suele verlo como un gasto, una iniciativa de publicidad o un acto de filantropía, restándole su verdadero impacto.

Esto tan básico, aplicado a mi día a día, es la prueba de que la sostenibilidad es una forma de ahorrar y medir impacto en tu entorno, un modelo de innovación y economía individual aplicable desde y para el ser humano. Decreciendo nuestro consumo cotidiano, ordenadamente, garantizaremos el cuidado de los recursos necesarios para el futuro. Entiéndase por ahorro, hacer buen uso de los recursos, no está ligado al ahorro como escases, ni como pasar situaciones precarias o limitantes.

Debo confesar que me ayudó mucho un blog que hablaba del “minimalismo” y lo divino que es la sensación de andar ligera por el mundo, cargando menos bienes materiales y recargándote de armonía a cada paso por la vida. Esto me recordó la frase: “SER más que TENER”. Así que, aquí me tienen, viviendo un nuevo estilo de vida, en honor a una vida que aporta a los ejes de la sostenibilidad: económico, social y medioambiental.

Y Vos, ¿Cuándo te sumas?

 

La autora es proyectista, consultora y especialista en

responsabilidad social y desarrollo sostenible.

 

septiembre 6, 2018 1 comentario
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Sostenibilidad

¡Sí se puede!

por Lyhelis julio 25, 2018
escrito por Lyhelis

E

n más de una ocasión han leído entre mis líneas sobre derechos humanos; y es por ustedes bien conocido que la columna promueve un estilo de vida socialmente responsable, aplicando a diversas temáticas diarias el concepto innovador de la “responsabilidad social individual”. Sin embargo, hoy, me referiré a la responsabilidad social (RS) implementada en las organizaciones, llámese: empresa, emprendimiento, multinacional, corporación, fundación, asociación u oenegés, tengan estos en su oferta: productos o servicios.

El viernes pasado estuve en un programa radial en Costa Rica, llamado Alto Voltaje, liderado por un visionario en temas de RSE, Fernando Ocampo, y entre las preguntas que surgían estaba la siempre contemplada: ¿es viable aplicar RS en tiempos de crisis? La respuesta requería empezar desde lo básico, definir la estructuración del departamento que liderará esa “contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y medioambiental por parte de las empresas”.

Soy de la opinión que de forma estratégica, la responsabilidad social no puede nacer como un área adscrita a recursos humanos, pues pierde la identidad integral y enfoque transversal e interconectado entre todos los departamentos de la empresa. La gerencia de RS debe ser contemplada como el brazo “estratégico e innovador” de la gerencia general en las empresas, orientado hacia la sostenibilidad, lo que les dará un mejor posicionamiento de mercado y liderará esa nueva forma de hacer negocios.

Por ende, si la visión es esta, la gerencia o departamento de RS deberá tener -como mínimo- una posición hegemónica en la organización, aunque el equipo que integre el área no sea muy grande, pues esta posición le permitirá incidir con liderazgo en todas las áreas. De ser así, la estrategia de sostenibilidad, impulsada desde responsabilidad social, podrá ser parte del ADN de cualquier giro de negocio. Lo que nos lleva a considerar, que cada área destinará entre sus actividades internas un componente de medición que indique el trabajo y la aplicación de la estrategia, lo que les dará un puntaje en el indicador de RS.

La responsabilidad social es compromiso de todos y todas, el departamento o la gerencia solo lidera, coordina, estimula, mide y presenta los avances que cada una de las y los colaboradores impulsa desde su actuar diario, como agentes de cambio organizacional. Lo que nos permite responder la pregunta del millón con un: “¡Sí se puede aplicar RS en tiempos de crisis!”

Pero, ¿qué pasa cuando la empresa no visualiza la responsabilidad social como un área líder y hegemónica? Es probable que no entienda el concepto de RS, que a nivel corporativo sus líderes no hayan interiorizado aún la importancia de implementar una estrategia de sostenibilidad, que les permita gestionar su actividad comercial sin comprometer los recursos de las generaciones futuras. Es casi seguro que el principal interés, el que prime en sus estrategias y modelos de negocio será el eje económico (en la dimensión interna). Y obvio, como daño colateral directo al momento de una crisis, el área de responsabilidad social será la primera afectada en el proceso de reajuste presupuestario.

¡Ojo! Si desde el inicio, nuestra estrategia hubiese tenido la aplicación adecuada, tendríamos RS para largo, pues podríamos seguir implementando el modelo socialmente responsable por medio del empoderamiento de nuestros agentes de cambio, a través del voluntariado corporativo e incluso con una asignación presupuestaria menor, siempre y cuando apostemos a las alianzas estratégicas con nuestros actores de interés. Ya que contaríamos con el compromiso de nuestro cliente interno, que es de principio a fin el motor de cambio, innovación y sostenibilidad de cualquier organización.

Los tiempos de crisis nos ayudan a analizar de forma fría cómo hemos hecho las cosas hasta el momento, evaluar y ejecutar cambios es casi inminente, inevitable. Si hasta hoy has ocupado la responsabilidad social como una pantomima para mercadear tu negocio o un mecanismo de venta, te invito a tomar consciencia; quizás, si lo hubieras hecho diferente tendrías programas de apoyo a tus colaboradores, promoverías la participación activa e impulsarías el desarrollo de tu comunidad, quizás podrías tener un plan de contingencia para hacerle frente a los casos fortuitos y de fuerza mayor a los que como humano estamos expuestos.

La responsabilidad social promueve mecanismos de sostenibilidad, estrategias de ahorro interno, incidencia directa en las prácticas comerciales de tus proveedores, legitimidad empresarial, reconocimiento social, alianzas estratégicas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenibles; si lo pensás bien, es en realidad el departamento al que menos atención le ponés, pero que así como el departamento comercial o de ventas, es uno de los que más aporta al crecimiento de tu negocio, es como la “Secretaría Técnica” de tu empresa, encargada de gestionar las mejores ideas en cada área específica, para gestionar modelos de negocios más productivos, humanos y sostenibles. Además, será tu colchón salvavidas al momento de una crisis política, socioeconómica o medioambiental.

Pensala, siempre es buen momento para empezar, vos podrías liderar el cambio transformacional dentro de la empresa. Solo necesitás voluntad, talento humano y creatividad.

julio 25, 2018 1 comentario
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Imagen referencial /Internet
Sostenibilidad

Responsabilidad Social “Individual”

por Lyhelis agosto 25, 2017
escrito por Lyhelis

E

soy segura que has escuchado el término “responsabilidad social” pero acompañado de palabras como “corporativa”, “empresarial” u “organizacional”. Éste tema siempre es visto y abordado desde el punto de vista de la organización, no desde el ser humano, incluso sus métricas e indicadores van dirigidos hacia los efectos, internos y externos, que provoca la empresa en la sociedad.

Desde el año 2005, Nicaragua cuenta con una organización sin fines de lucro que promueve la Responsabilidad Social, como un nuevo modelo de negocio, me refiero a la “Unión Nicaragüense para la Responsabilidad Social Empresarial” (uniRSE). De manera curiosa, entre sus miembros, no solo tiene personas jurídicas (empresas), sino también personas naturales (individuos), quienes pagan su afiliación y participan de manera activa en esta iniciativa de país representada por el Dr. Matthias Dietrich.

En  2013, cursando el máster en Responsabilidad Social Empresarial con enfoque en Derechos Humanos promovido por el Reino de los Países Bajos en alianza con la UAM e ICCO Cooperación, entendí que sería una experiencia que me cambiaría la vida, compartí por más de 10 meses con personas extraordinarias, líderes en la materia, con más experiencia que Yo, lo cual me encantaba porque estaba segura que aprendería muchísimo de ellos… y así fue.

No solo fue la teoría aprendida, sino el “plus” que cada uno de mis “compañeritos(as)” aportaba en mi aprendizaje; es decir, aplicaban su expertís profesional, a través de ejemplos sobre cada concepto dictado por los docentes en clases. Lo que me permitió abrir los ojos, darme cuenta que las estrategias a planificar deben ir de la mano del núcleo del negocio, la naturaleza comercial de tu empresa definirá las prioridades a atender en tema de RS. Los programas de RS en tu empresa deberán ir enfocados hacia el valor agregado que tu negocio puede generar en su entorno social.

No necesitamos inventarnos las áreas a atender o el plan estratégico quinquenal a desarrollar, existe una Norma Internacional sobre RS, la ISO 26,000, que brinda una guía de cómo se puede implementar la Responsabilidad Social en los diversos tipos de organizaciones de manera multidisciplinaria. Facilita 7 materias fundamentales: Gobernanza, Derechos Humanos, Prácticas Laborales, Medio Ambiente, Participación activa y desarrollo de la comunidad, Asuntos de consumidores y Prácticas justas de operación, que nos brindan ideas para impulsar mejores prácticas en el negocios y promover un crecimiento sostenible en el tiempo.

Sin embargo, todas estas herramientas y metodologías toman importancia cuando hay seres humanos empoderados y con el conocimiento suficiente para darles vida y adaptarlas a la naturaleza de la empresa a la que se acompañe en ese proceso de implementación de la RS. Todo depende de los seres humanos que lideran la estrategia, las autoridades y tomadores de decisiones, quienes necesitan estar comprometidas con la visión de RS de la organización. Y la capacidad de esos líderes de motivar y llenar de energía a los equipos de trabajo y colaboradores involucrados en las estrategias a desarrollar.

La experiencia me ha hecho interiorizar que si queremos gestionar organizaciones del sector público, civil o privado bajo el nuevo modelo de negocio de la RS, debemos iniciar con implementar la responsabilidad social en nuestras propias vidas, día a día, sensibilizando a nuestras familias, amigos y colegas de trabajo sobre su importancia.

Sí, puede leerse algo soñador, pero así se inician los grandes éxitos, con pequeñas ideas soñadoras que se llevan a la acción, esta iniciativa es vivo ejemplo de la responsabilidad social individual.  Los seres humanos necesitamos motivación, estímulos, empoderamiento para enfocarnos en nuestros propósitos. Y si te dijeran que vos podés lograr más de lo que ya tenés y ser más feliz de lo que ya sos, solo con un cambio de actitud, transformando tus pensamientos y siendo socialmente responsable… ¿Asumirías el reto?

¿Qué tal si iniciamos a implementar la responsabilidad social en nuestras vidas? Aplicando sus principios, implementándolos para que nos edifiquen en los futuros agentes de cambio, permitiéndonos ser intencionales y generando valor agregado a nuestro entorno, de acuerdo a las primicias que nos brinda la ISO 26,000 con sus materias fundamentales.

Estoy convencida que la responsabilidad social es un modelo de gestión que se puede convertir en un nuevo estilo de vida.

¿Estás listo(a) para gestionar tu cambio?

agosto 25, 2017 0 comentario
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Sostenibilidad

Bienvenida desde la nueva plataforma en Facebook

por Lyhelis agosto 21, 2017
escrito por Lyhelis

¡H

ola!

Soy Lyhelis, y te escribo desde la nueva plataforma en Facebook de “Vida Socialmente Responsable”.

Hace 6 años atrás, desde el año 2011, vengo construyendo una mejor versión de mí misma, una con más seguridad, humanismo y con un propósito de vida. Y es que cuando Una sueña con algo, el “universo conspira” para que vaya fluyendo: preparación académica, experiencia laboral, red de apoyo personal, viajes transformacionales, relaciones de pareja, lecturas, películas, terapias, amistades y muchas oportunidades; Absolutamente todo viene a ser parte de ese crecimiento personal que me ha convertido en el ser que soy hoy.

Cuando me gradué del segundo máster, en Responsabilidad Social Corporativa con enfoque en DDHH, pensé que tendría la oportunidad de transformar el mundo, de ayudar a quien lo necesitara, de cambiar la vida de quienes estaban a mí alrededor. Sin embargo, poco tiempo después realicé que la experiencia había calado en lo más profundo de mí, y que la vida que había empezado a cambiar era la mía.

Ahí me di cuenta que mi reto, era mantener ese proceso de transformación personal, hasta lograr mi propia trascendencia: “Tener menos, Ser más”. En Enero del 2017 tuve la oportunidad de convertirme en columnista del Diario Metro, y créanme que ha sido un reto inmenso, cada artículo genera un compromiso en mi interior en pro de la coherencia y aplicación de cada línea en mi propia vida.

Como parte de ese crecimiento, empecé a formar mi propio emprendimiento, la creación de la firma consultora “Vida Socialmente Responsable”, que te brinda por medio de sus servicios la oportunidad de vivir la Responsabilidad Social (RS) desde tu Yo, como individuo, sensibilizando y creando consciencia en el ser humano, quien será luego tu agente de cambio en ese proceso de aplicación de tu estrategia o plan de gestión de la Responsabilidad Social en tu Empresa.

En éste espacio encontrarás 2 enfoques:

  1. Desde el Individuo, por medio de artículos sobre “Responsabilidad Social Individual”, lo que aportará a un cambio de visión sobre éste concepto, considerando al ser humano, como actor principal de la implementación de cualquier estrategia de RS.
  2. Desde la Empresa, sin ningún tipo de excepción o discriminación. Las fases de desarrollo integral de una estrategia de RS se pueden aplicar desde un emprendimiento personal hasta un grupo empresarial a nivel mundial, siempre y cuando exista una voluntad real y un compromiso genuino para transformar el modelo de negocio común, por uno que genere mayor valor agregado al entorno.

También encontrarás el portafolio de servicios profesionales que te darán una imagen clara del panorama que deberás vivir para implementar una Responsabilidad Social acorde a la naturaleza de tu negocio, sin caer en el mal uso de la RS como estrategia de mercadeo o publicidad.

Si has leído hasta acá, me complace darte la más cordial bienvenida, hoy oficialmente lanzo en redes sociales “Vida Socialmente Responsable”, ansiosa de compartir conocimientos y acompañarte en tu proceso de aplicación de estrategias más asertivas y sostenibles para tu negocio.

 

Mi compromiso personal es servirte con pasión.

¡Por favor, siéntete como en casa!

agosto 21, 2017 0 comentario
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