¿Cuál es el tamaño de tus expectativas?

por Lyhelis
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“Todo tiene su lado bello, pero no todos lo ven”

Andy Warhol


Cómo les he compartido en mis últimos escritos, he vivido grandes cambios en mis formas y estructuras de vida. En general, todo ha cambiado; Sin embargo, hace unas semanas haciendo trabajo de introspección, evaluando mi situación actual, llegué a la parte de mis metas, objetivos e indudablemente, tuve que preguntarme sobre mis expectativas.

Mi respuesta personal también me sorprendió, porque a pesar de seguir teniendo aspiraciones y anhelos, ya no me siento en ese escenario en el que me presionaba para obtener lo que me había propuesto o para que todo fuese “perfecto”, desde mi perspectiva altamente exigente claro.

Releyendo ciertos artículos que les compartí hace unos años, yo era de la idea de que todo debía planificarse, que todo debía tener una estructura, un plan que mostrara el camino que íbamos a seguir para alcanzar la meta deseada.

Y, no es que todo eso ha cambiado de forma radical, sigo trabajando con mi amigo el tiempo, agendando, dando seguimiento, evaluando y gestionando los cambios -en caso de que deban darse-, solo que ahora lo vivo con más flexibilidad. Sin pesimismos, pensamientos catastróficos o sentimientos de culpa cuando una reunión debe posponerse o si algo en la agenda no sale a como lo esperaba.

Y éste cambio se dio con un golpe contundente a mi realidad, un cambio maravilloso, que hoy puedo agradecer, aunque en el momento me partió en pedacitos y me llenó de muchísima incertidumbre y frustración.

Hace unos días miraba en Youtube a un yogi indio, Sadhguru Jaggi Varudev, a quien sigo desde hace unos meses, creador de Fundación Isha, una ONG sin fines de lucro, que promueve programas gratuitos de yoga por todo el mundo. Se los recomiendo, me encanta su enfoque de la vida, en su mística espiritual he encontrado un respiro a esa presión socio-cultural en la que crecimos. Impulsa la conexión con tu SER de una forma más natural, más espontanea, admirando la existencia por el simple -y complejo- hecho de existir. Sin pedirnos más que eso.

Parafraseando un poco, expresa ideas como: “que hemos perdido el propósito de ser, por querer darle un sentido a la vida, como si existir no fuese ya lo suficientemente valioso”. Y es que así como Yo, conozco muchos que siempre estamos queriendo más, esperando más, anhelando más o maldiciendo por no tener lo que quieren.

Me parece alucinante el nivel en el que nos estresamos, en el que condicionamos la vida que nos daremos por ésta o esa meta en mente. Hace años, conversando con una amiga, me decía: “Tengo el trabajo soñado, viajes, reconocimiento y posición; ahora quiero la casa de mis sueños, el carro, la familia feliz, los hijos bien portados y un marido admirable”. Yo, un poco escéptica (porque a mí ese plan no me había funcionado), le deseé éxitos. Hoy por hoy, nos vemos poco, pero cada vez que le veo me cuenta su nuevo plan de acumulación, -así he decidido llamarle yo-. Ya no tiene marido, sus hijos son bellos, pero tal como un niño sano debería ser, son inquietos, enérgicos, y luego de que papá y mamá se separaran, se han puesto un poquito rebeldes. No sé si será plenamente feliz, lo que sí sé es que le debe doler un montón el haber quebrado su esquema de la vida idealizada, al pasar por el proceso de divorcio.

Por eso me cuestiono, las expectativas son un estímulo que nos impulsa a seguir adelante, a dar la milla extra; o en realidad son cargas innecesarias, que nos genera intranquilidad y tensión en la ya agitada vida que llevamos. ¿Y mientras más altas las expectativas, más intensa la presión? Pregunto.

La realidad de las cosas es que las expectativas son una idealización de la realidad, se crean como una ilusión de lo que queremos conseguir en cierto tiempo o etapa de nuestra vida. Según el diccionario digital, expectativa es “la esperanza o posibilidad de conseguir una cosa”.

Y mi mayor descubrimiento sobre éste tema ha sido, que nos pasamos la vida llenos de expectativas, sin vivirla en realidad, esperanzados de que ocurra, sin hacer mayor cosa para que se dé. Vean a su alrededor, evalúen su propia vida, esperan que el marido les ame de la manera que una se “merece”, que los hijos se comporten de la forma que Ustedes quieren, que la colega del trabajo no les mire de esa forma, que el tráfico no esté insoportable al subir a casa, entre otros ejemplos. Si bien, es que la sociedad está a como está, porque estamos llenos de altas expectativas y la desilusión es el pan de cada día, porque las cosas no ocurren a cómo queremos, o esperamos, si no, a como son.

Vivimos, sin vivir. Sin alimentar la parte esencial de la ecuación, nuestra satisfacción personal depende del logro de “más”, nuestra espiritualidad y sanación personal, quedan jugando papeles secundarios en ésta novela. Les confieso, en éste momento no espero mucho, de nada, lo cual me ha permitido ir de momento en momento, como no hay expectativa yo soy quien decide cómo sentirse en éste instante, sin adjetivos calificativos, solo ser y estar, aquí y ahora. En lo personal, me ha sido muy funcional y enriquecedor, ha sido como reprogramarme.

Recuerden que las expectativas nos posicionan en un momento futuro, incierto y nos amarran a un pasado determinado, con el que comparamos y evaluamos nuestros aciertos o desaciertos, algo así como una medición de progreso, pero cargado de juicios de valor y condicionamientos mentales de “cómo debería ser”.

Han escuchado la frase: “soy muy dura conmigo misma”, yo la usaba frecuentemente, y en mi entorno, la escucho constantemente. Quizás si revisamos nuestras expectativas, dejamos que la vida fluya, confiando que será lo mejor para cada una de nuestras realidades, y que daremos lo mejor que tenemos en ese momento para asumir lo que hay que vivir, con agradecimiento y mente de aprendiz, solo quizás así, logremos ser menos duras con nosotras(os) mismas(os) y en consecuencia, con nuestro propio entorno.

Les aseguro que las cosas van a venir en el tiempo que deban venir, las fichas se acomodan en el momento menos pensado, sin estarles esperando.

¡Confiemos en el proceso!

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