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on las nueve de la mañana de un lunes, recibo la llamada de un amigo, compañero de estudios y colega de profesión en temas de Responsabilidad Social, en los primeros minutos de la llamada, nos ponemos al día con la situación familiar y los menesteres diarios, hasta que llegamos al objetivo de la llamada: tiene un equipo técnico operativo bajo su cargo, la empresa vive situaciones de cambio interno y desean invertir en capital humano.
Su nueva estrategia de comunicación indica que el sentido de pertenencia e identifidad con su rol es vital, pues deberán ser la cara de la empresa y convertirse en un verdadero agente de cambio que impulse con pasión esta nueva política; de ellos dependerá el éxito de la campaña, si no la sienten, no podrán transmitirla a los actores en su entorno. Como todo en la vida, en ocasiones no es el mensaje, sino la forma en la que lo transmitimos.
Cuando hablamos de preparar sesiones de trabajo intensivas, con poco tiempo para la ejecución, donde el mensaje del cliente es muy claro: “necesito estimular a mi equipo, que asuman la importancia de su rol, que crean en ellos mismos”, el reto es mayor y más enriquecedor, porque no vas a tientas, podés planificar de acuerdo a la necesidad planteada, con objetivos específicos y resultados esperado, calando en su vida personal y en su interacción como equipo, incidiendo en su transformación hacia un equipo ganador, identificando competencias y sugiriendo al final algunas recomendaciones en pro de su mejora continua.
La sinérgia entre los miembros del equipo debe fluir: la identificación de sus competencias, la integración del talento, la comunicación asertiva y el entendimiento entre las partes, el compromiso y la responsabilidad de sus miembros, la motivación y autogestión, el liderazgo transformacional y confianza, son cualidades que deben ser fundamentales al momento de definir estrategias de fortalecimiento de los equipos. Recordemos que la oficina es nuestro segundo hogar, pasamos con las y los colegas más tiempo que con otros seres humanos, es relevante mantener la armonía, promover ambientes laborales agradables y estimular la participación activa de todos y todas.
En gran medida el éxito de un equipo, radica en la actitud personal y la habilidad de liderazgo, mientras más asertividad aplique en sus orientaciones, guías o disposiciones, mejores resultados traerá de sus colaboradores, lo que provocará mayor satisfacción y mejora en el clima organizacional. Díganme si no les ha pasado al menos una vez en su vida, en la que no quieren salir de su cama, por cansancio o estrés, pero que su motivación termina siendo salir de la casa, para ir a distraerse con el trabajo o los colegas de oficina. Que todos apostaramos a tener éste tipo de estímulo entre nuestros colaboradores.
Existe una certificación internacional llamada “Great Place To Work”, que en español significa: “El Mejor Lugar Para Trabajar”, tiene métricas con indicadores de gestión, una de ellas es la “encuesta de clima”, en el que se evalúan las relaciones con tus superiores inmediatos, cada colaborador debe responder con honestidad el cuestionario, asignándole un valor numérico a su percepción sobre su centro de trabajo. Los resultados son sorprendentes, lográs identificar tus oportunidades de mejora y establecer estrategias para aportar en la mejoría de ese foco de atención.
En la actualidad perdemos el enfoque, y en vez de apostar por equipos ganadores, preferimos impulsar la competencia interna entre nuestros colaboradores; esto es una tema de metodologías, valdría la pena analizar si en temas de productividad realmente funciona como un estímulo o como un depresor de la motivación, el generar presión en el ambiente laboral es una bomba de tiempo. Soy de la opinión que es preferible la aplicación de formatos o metodologías más estándares, indicadores claves de rendimiento, en los que cada colaborador sepa qué se espera de él o ella, y cuáles serán las herramientas de medición que les aplicarán, para que las y los colaboradores conozcan los resultados que deben presentar.
Los equipos son el motor de cualquier empresa, mientras más motivados, mejor funcionará el engranaje organizacional.